Inversión extranjera se triplicó en Uruguay y alcanzó un récord histórico
Uruguay recibió en 2022 una cifra récord de inversión extranjera directa (IED) de US$ 9.325 millones, valor que casi triplicó el de 2021 con un aumento del 155%, de acuerdo con un informe publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En 2021 había recibido US$ 3.657 millones.
Uruguay fue un caso excepcional de crecimiento, pues según destaca el informe “en 2022 la inversión extranjera directa en el mundo no mantuvo el crecimiento de 2021”.
Los préstamos entre empresas representaron la mayor parte de la IED (52%), la reinversión de utilidades ocupó el segundo lugar (37%) y luego los ingresos por aportes de capital (11%). Estas tres áreas recibieron más inversiones que en 2021.
El informe de CEPAL destacó que las energías renovables han sido de relevancia para la atracción de IED en el país. “En 2022 se anunció un proyecto por US$ 628 millones por parte de la empresa alemana (de energías renovables) Enertrag, que sería el primer proyecto de explotación de hidrógeno verde en el país y en el cual se produciría metanol a partir de hidrógeno verde, generado a través de plantas eólicas y solares, un electrolizador e instalaciones de conversión”, dice el informe.
El objetivo de Enertrag, con el emprendimiento “Tambor Green Hydrogen Hub” ubicado en el departamento de Tacuarembó, será producir 15 mil toneladas de metanol al año, que será convertido en derivados.
A este proyecto se suma el de la compañía chilena Highly Innovative Fuels Global (HIF Global), una planta de hidrógeno verde y eCombustibles que está en vías de construcción en Paysandú y que permitirá descarbonizar 150 mil vehículos al año. La inversión para este proyecto sería de US$ 4.000 millones, la mayor en la historia del país.
Sobre las tendencias mundiales de la inversión extranjera directa en energías renovables, el informe confirma que el hidrógeno verde y las tecnologías limpias tuvieron un auge en 2022.
“El reto de atraer y retener inversión extranjera directa que contribuya al desarrollo sostenible e inclusivo de la región sigue más vigente que nunca y los países tienen que realizar esfuerzos de política relevantes si quieren contar con IED que apoye su proceso de desarrollo y materialice el potencial que tiene dicha inversión para la construcción de capacidades, la creación de empleo de calidad, la transferencia tecnológica y la diversificación y sofisticación de la matriz productiva. Una de las principales justificaciones para destinar recursos públicos a la atracción de inversiones es el potencial de la IED para promover encadenamientos productivos y la transferencia de conocimientos y tecnología, y apoyar así el crecimiento económico (CEPAL, 2010)”, destaca el informe.
Fuente: CEPAL