La moneda está en el aire mirando al cielo
Por ese motivo, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su informe de mayo bajó el rinde estimado desde los 11.360 Kg/ha publicados en el Outlook de Febrero a 11.100 kg/ha, es decir, una merma del -2%.
La soja no sufrió modificaciones, ya que la ventana de siembra es más larga, y si bien tuvo un retraso al comienzo, pudo sembrarse en tiempo y forma. Este retraso de inicio de campaña agregó incertidumbre al mercado, lo que se tradujo en el sostenimiento de la tendencia alcista de los precios. La prolongación en el tiempo del conflicto armado entre Rusia y Ucrania mantuvo la presión alcista sobre el trigo, la cebada y el girasol debido a la importante participación de estos países en las exportaciones mundiales de estos productos.
Luego de dos años Niña que produjeron un fracaso productivo en la campaña pasada en Estados Unidos y una fuerte pérdida de producción de soja de Sudamérica, no hay espacio para ningún inconveniente climático que afecte la nueva producción de Estados Unidos. Las primeras estimaciones de stocks finales para la nueva campaña en Estados Unidos son muy ajustadas para maíz y soja. La estimación de la relación de stocks finales/consumo en maíz está en apenas 9,3% y en soja, menor aún, en 6,7%. Ambos porcentajes son muy cercanos a los valores históricamente críticos, que disparan precios en alza del 10% para el maíz y 5% para soja.
Es decir que las estimaciones iniciales parten de un punto de partida que no deja margen para el más mínimo problema climático y por tanto mantiene al mercado en tensión con precios en el rango más alto de los últimos años. Por el lado de la demanda, los compradores tratan de asegurar el abastecimiento de mercadería convalidando precios altos. En el caso de Estados Unidos, las ventas de exportación de soja de la nueva campaña están +62% más altas que a la misma fecha del año pasado. Asimismo, el ritmo de ventas de soja y maíz de la vieja campaña sigue siendo muy fuerte y es probable que esto obligue al USDA a aumentar en los próximos reportes su estimación de las exportaciones de soja y maíz.
Hasta que no esté asegurada la producción de la nueva cosecha en Estados Unidos, los mercados seguirán firmes y con alta volatilidad. Los próximos 60 días serán clave desde el punto de vista climático, lo que hará aumentar la volatilidad. Si el clima acompaña, se irá desinflando la prima de riesgo que tienen los precios actuales, pero si no lo hace los precios volverán a subir conforme la magnitud del problema climático. La moneda está en el aire mirando al cielo.
Autor: Carlos Sánchez Negrete (ADP)