Siembra de soja en la región con miradas a la evolución climática
Las miradas están puestas sobre cómo evolucionan las condiciones climáticas en Argentina y Paraguay, mientras transcurre el primer tramo de la siembra de soja en la región.
En Argentina la siembra de la oleaginosa da sus primeros pasos, con lluvias que llegaron a tiempo para impulsar el cultivo. Los productores mantienen las miradas puestas en el clima, y expectantes ante posibles cambios de reglas tras la elección de un nuevo gobierno.
La estimación del USDA para la producción Argentina es de 53 millones de toneladas, que de concretarse estará por debajo de los 55,3 millones para la temporada 2018/19.
En Paraguay, tras la sequía de setiembre, se retomó la siembra que supera el 80% del área proyectada. Gran parte del área tuvo que ser resembrada. En Itapúa y el sur de Alto Paraná se completó el trabajo, pero todavía falta en Caaguazú, San Pedro y Canindeyú, zonas en las que las precipitaciones fueron más escasas. Si la falta de lluvias persistiera a lo largo de noviembre podría afectar la producción, estimada por el USDA en 10,2 millones de toneladas.
En Brasil, los problemas climáticos son puntuales y hay un retraso en la siembra de soja, pero aún nada que pueda cambiar las perspectivas de una cosecha superior a 120 millones de toneladas, según los expertos consultados por el portal Noticias Agrícolas. El USDA proyectó una producción de 123 millones de toneladas, que de confirmarse sería récord.
Las lluvias permitieron recuperar el ritmo de siembra en la última semana, en la mayoría de los estados brasileños en este momento, pero todavía hay muchas regiones donde la falta de lluvia o la irregularidad han llevado a que se realizaran resiembras, retrasos en las tareas de campo y preocupación por la productividad.
En Uruguay, esta semana comenzó la siembra de soja, con condiciones de humedad óptimas en el suelo y a la espera de un área similar al año pasado, entorno a 1,1 millones de hectáreas a nivel nacional.