Trigo argentino está en condiciones regulares a malas
Más de 800 mil hectáreas trigueras están en condiciones regulares y malas en Argentina. Bs. As es la provincia más golpeada, con nuevas heladas de casi 5°C bajo cero en su centro y faltan 50 a 100 mm en el 75% de la provincia.
El sur de la región pampeana no logra dar con señales de cambios positivos en el clima. Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario en setiembre comenzó con Buenos Aires a la cabeza del área más perjudicada por la falta de agua. A siete días de terminar el mes, el panorama sigue agravándose. Tampoco ha mejorado la situación en el sur cordobés, el noreste de La Pampa y se agrega el sur de Santa Fe a la problemática.
Un 12% del total de trigo argentino está en condiciones regulares a malas. Se tratan de más de 800 mil ha que siguen perdiendo macollos, aumentando los signos de stress por frío y falta de agua. Los lotes se ven muy poco desarrollados y atrasados, en muchos casos aún no logra cubrirse el entresurco. También hay signos de falta de nitrógeno, ya que por la escasez de agua el nitrógeno no ha podido ser aplicado o ha quedado sin incorporarse, sin efecto sobre el cultivo. Hay zonas en las que ya se calculan pérdidas de rinde irreversibles de un 20 a 40%.
11 heladas al 23 de septiembre del 2019
Las temperaturas mínimas de setiembre no dejan de asombrar por la cantidad y la intensidad de las heladas: vienen registrándose a razón de una cada dos días. Cómo si no hubiese comenzado la primavera, siguen registrándose temperaturas invernales. El 22 de septiembre Tandil marcó 4,8°C bajo cero. Les siguen Azul y Coronel Suárez con -4,5°C y -4,4°C respectivamente, reportó la BCR.
La típica falta de agua del oeste este año tomó mayor parte en Buenos Aires
La habitual diferencia de régimen pluvial invernal entre las regiones del este y el oeste, este año se vio potenciada por la escasez de lluvias del trimestre frío. Los meses invernales siquiera alcanzaron a proveer los valores medios típicos estacionales. Y en lo que va de septiembre, prácticamente no hubo lluvias de importancia sobre Buenos Aires: sólo el sector costero del noreste superó los 15 mm. Esa diferencia pluvial, que habitualmente afecta las regiones del oeste provincial, se extendió hacia las zonas del centro y del este bonaerense. El panorama de escasas reservas e incluso principio de sequía, es alarmante para el trigo.
“Para dejar de perder rinde, el trigo necesita de 50 a 100 mm de forma inmediata”, advierten los agrónomos del centro de Buenos Aires, que coinciden con lo que señalan los modelos que proyectan las lluvias necesarias a 15 días. En el 75% de la provincia hacen falta 50 a 100 mm tomando como referencia las necesidades de una pradera permanente, salvo en aquellos sectores del extremo este de la costa bonaerense más beneficiados por las lluvias. Pero los registros que se necesitan superan, y por lejos, los valores medios históricos del periodo.
La posibilidad de que el 75% de la provincia más afectada reciba los 50 a 100 mm es de 10 a 20% según los registros de la época.
Es una meta difícil de alcanzar. La transición estacional se ha retrasado semanas y los pronósticos no muestran un cambio significativo en la oferta de agua durante los próximos quince días. En el mejor de los casos, la recomposición de las lluvias llegaría con el avance de octubre.