Uruguay suma nueva herramienta para adaptar el sistema de producción agropecuario al cambio climático
El Plan Nacional de Adaptación a la Variabilidad y el Cambio Climático para el sector agropecuario, presentado este miércoles 18 por el Gobierno, es una iniciativa alineada al cuidado del ambiente que se suma a otras herramientas, explicó el ministro interino de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alberto Castelar. Desde 2010, esa cartera lleva invertidos más de 120 millones de dólares en programas de ese tipo, añadió.
La Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca lidera el programa, que también contó con el trabajo de Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
El Plan de Adaptación a la Variabilidad y el Cambio Climático, pensado para el mediano y largo plazo, forma parte en Uruguay de la lucha contra la erosión con buenas prácticas agrícolas, explicó Castelar en el acto de presentación realizado en la Torre Ejecutiva, sede del Gobierno, al que también asistió el coordinador de la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio Climático, Walter Oyhantçabal, y otras autoridades nacionales y de agencias de la Organización de las Naciones Unidas.
El plan incluye el proyecto piloto de monitoreo satelital de aplicaciones, mejoras de infraestructuras prediales, obras de riego, abrevadero, y apunta a que la producción agropecuaria se adapte a la realidad del cambio climático.
Por su parte, Oyhantçabal aseguró que se trata de una síntesis que será usada como guía para profundizar el trabajo de adaptación que se realiza desde 2010.
Informó que desde entonces se han invertido unos 120 millones de dólares a través de distintos planes. Agregó que en el corto plazo se pondrá en marcha el proyecto Clima Inteligente, destinado a la ganadería, en el que trabajarán 1.000 productores en más de 500.000 hectáreas y para el cual se destinarán unos 12 millones en los próximos cuatro años.
Entre otras cosas, el objetivo es disminuir el carbono en la producción agropecuaria porque “debemos hacerla más competitiva en los mercados internacionales, ya que los más exigentes nos piden una huella ambiental más baja”, explicó.